Viena siempre Viena!





Fue mi tercera vez en Viena: lo típico es ir con la escuela en los años de adolescencia, una vez fui con mis padres por una escapada rápida en Europa y esta vez fue en pareja. Quería mostrar a mi pareja lo bonito que es esta ciudad y me he quedado yo misma otra vez embobada. Aparte su belleza ya conocida por los edificios históricos de la épocas austro-húngara, he descubierto algunas cositas más gracias a la película Antes del amanecer (Before Sunrise).
El motivo principal del viaje para mi novio fue recorrer todos los sitios que aparecen en la película y esa fue nuestra idea. Fue, sin duda, caminando mucho: la mayoría de las escenas de la película están rodadas en la calle, así que también fue perfecto para nuestro plan de viaje mochilero y económico.

Han pasado años, sin embargo me ha gustado mucho que varias zonas de la ciudad han sido remodeladas y mejoradas, sobre todo las áreas de estaciones de trenes y metropolitanas. Una pasada de hecho. Para mi, Estación Central, básicamente es un centro comercial enorme, sobre todo la planta de abajo con mucha tienda y zona de comida (corner food) todo moderno y nuevo, me ha gustado mucho más que la de Milán, que la de Berlín y que la Estación Termini de Roma, que también han sido remodeladas durante los últimos años. Pero ese fue nuestra última etapa, así que regreso a donde todo empezó.

Castillo de Schönnbrunn
Nuestra primera etapa fueron los jardines del castillo de Schönnbrunn. No recomiendo visitarlo en otoño/invierno, son definitivamente mejor en primavera/verano cuando están todas las flores bien cuidadas y organizadas. Durante el clima frío, las flores vienen quitadas y se trabaja la tierra para replantar sucesivamente de nuevo. No entramos en el castillo, que igualmente yo había ya visitado y es muy bonito sobre todo si alguien es muy apasionado de historia, arte y quiere saber cómo vivía la Princesa Sissi. El castillo está un poco lejos del centro de Viena y por eso a lo mejor es recomendable subir sobre un tranvía o llegar con la línea metropolitana.

Ahí cerca se encuentra el Museo de la Técnica, muy interesante para los aficionados de ciencia.

El segundo día empezamos a caminar en dirección centro ciudad, alojábamos en el distrito Schönbrunn y por eso tardamos un poquito, más o menos unos 40 minutos aproximadamente. Fuimos a ver la Westbanhof donde los protagonistas de la película llegan con el tren. No fue nada de especial hasta que empezamos a caminar en dirección al centro de la ciudad y llegamos al distrito de los Museos (MuseumsQuartier) con las galerías de arte contemporánea pintadas en los techos de las puertas de entradas.

Callejeando de un sitio a otro visitamos el Cafe Sperl, que permanece con su estilo rústico y antiguo, como aparece en la misma película. Nos tomamos unos cafes y un trocito de tarta Sacher. Dejo una imagen del Cafe vienes, que es tipico de Austria, Budapest y es parecido a un cappuccino, pero hecho con nata montada o batida.

Café vienes

Regresando luego sobre nuestros pasos hemos llegado a la Plaza de Maria Teresa con el Museo de Historia y Arte (KunstHistorisches Museum) y Hofburg, el Palacio Imperial de Vienna, uno de los complejos palaciegos más grandes del mundo, de donde los Habsburgo gobernaban todo el reino (este tramo está muy cerca del distrito de los Museos. Para mejorar y optimizar vuestra ruta dejaría el Cafe Sperl para otro día con la visita al mercado Naschmarkt).

Plaza de Maria Teresa

Desde Hofburg proseguimos dirección norte, pasando por el Volksgarten y acabando en el parque en frente de la plaza del Rathaus, donde estaban montando los mercados navideños y ya estaban puestas algunas de las decoraciones. Me encantó y me habría gustado estar ahí durante la celebración de Navidad por lo bonito que se veía todo el ambiente alrededor. 

Rathaus
Un poquito más al norte hay otro parque cerca de la universidad de Sigmund Freud con una Iglesia que fue construida entre el 1853 y el 1879 como agradecimiento a Dios para haber salvado al emperador Maximiliano de un posible asesinado. 

Siguiendo nuestro intenso día de camino, acabamos en el Innere Stadt ósea en el centro de la ciudad, donde se encuentra la Catedral de St. Esteban, iglesia más importante de Viena. Ya me acordaba que de joven me había gustado mucho y este viaje confirmó nuevamente mi pensamiento. No entramos dentro, pero es posible visitar y hasta subir al techo (son solo 6 euros) que es mi parte favorita de la catedral. Una catedral construida a partir de 1137 en estilo románico y que lleva desde este año continuas construcciones y ampliaciones en diferentes estilos: barroco, románico, gótico, renacentista, etc...

Os dejo con estos primeros pasos y a continuación publicaré los siguientes días.

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